De corazón ... a corazón

Editorial 11/9/2017

De corazón…a corazón
En el año  2004,  dos bebas fueron cruzadas por dos destinos diferentes. Uno, atroz. Ayelén tenía 18 meses y  resistió 7 días los golpes de un terrible accidente de tránsito en el que murieron su madre  Gloria, y su hermana, Romina, de 11 años.
Y Abril, de 16 que luchaba desde hacía cinco meses con un virus letal para un recién nacido. El domingo 10 de septiembre de 2017 a la noche una de esas bebas tuvo su soñada fiesta de 15.
Allí estuvo Enrique Pereyra, el papá de Ayelén, un ex combatiente de Malvinas que sobrevivió a esa trágica ruta en Santiago del Estero y que gracias a un trasplante inédito en el Hospital Garrahan donó el corazón de su beba a Abril.
Tenían distinto grupo sanguíneo y ningún lazo de sangre. Para muchos hoy son una "fusión". Para otros, una esperanza médica sin precedente en el país: fue el primer trasplante exitoso de donante no compatible. Hasta hoy sólo hubo dos más.
Hace13 años , había un país esperando por su salud.
El caso había tomado una relevancia mediática inusitada desde que el por entonces el mismísimo  presidente Néstor Kirchner pidió la aparición de un donante para Abril.
Implicó el consentimiento de los padres para el inicio del protocolo de "sangre cruzada" y un único riesgo, fatal: el rechazo agudo inmediato.
Como ironía de un destino compartido, el mismo día del accidente, el 16 de enero, Enrique había visto a Abril en la televisión. Era la noticia de que la beba había entrado a la lista de emergencia nacional del INCUCAI afectada por un adenovirus que le provocó una lesión y una cardiopatía dilatada que le impedía a su corazón bombear sangre eficazmente.
La beba donante, sufrió la ablación de su órgano en Santiago del Estero, pero organizados detrás del objetivo común, en forma inmediata se lo mantuvo hasta llegar al Hospital Garrahan, cuando cada minuto contaba para que Abril (sin su órgano y sostenida a través de una maquinaria externa) siga su vida.
Si ese corazón tardaba en llegar, Abril hoy, no celebraría sus 15 años.
Invitados a la fiesta son  el Jefe del Equipo de Trasplante Cardíaco del Hospital Garrahan, Horacio Vogelfang y el subjefe del equipo, Gerardo Naiman, que se encargó de la ablación y el traslado del órgano hacia Capital, y el doctor David Jarma  del Incucai de Santiago del Estero, por supuesto, el papá de Ayelen, la nena donante.
Solo unirnos solidaria y organizativamente  detrás de objetivos comunes, construiremos una sociedad más justa e igualitaria. Y como afirmamos siempre:
Los buenos gestos;  construyen amistades, amores y sociedades


                                                            Roberto Rosso 

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