Santiago del Estero... no solo es Chacarera
22-8-2017
Homenaje
a la Abuela de los Carabajal.
Desde
hace años que escucho hablar de los festejos y conciertos en la semana del 15 de agosto de cada año,
cuando se celebra el natalicio de Luisa María,
madre y abuela de los Carabajal. Vaya
apellido si hablamos de chacarera y folclore en todas sus vertientes. No lo dude, invitado por la Mutual “Patria Latinoamericana
“ y el “Chino” Sarmiento, junte mis pingues monedas, armé mis petates y
partimos el jueves 17 a La Banda, ciudad cuna de infinidad de músicos, donde se
acuña la Marca Registrada llamada: CHACARERA. Con la ilusión de ver en la
posada del patio histórico en el barrio “Los Lagos” a la familia Carabajal a
pleno, en acción. Visitamos una serie de lugares que nunca olvidaré por la
carga emotiva y poética de su gente. Viernes
18: Sin llegar al hospedaje directamente fuimos al Barrio Ferroviario de La
Banda, al centro de lo que se llama la Permacultura (agricultura ecológica, tecnología apropiada, son comunidades para un mundo sostenible) Su representante?
JUAN SAAVEDRA (26 de
septiembre de 1943): Si, el mismo, “el bailarín de los montes” que nos recibe en
ese hábitat de naturaleza sin
tecnologías para resolver las cosas cotidianas. “Chaman” universalista que nos
habla de la unión entre materia, cosmos,
y tierra. Nos propone cuatro momentos con intervalos para internarnos en la
mística de interpretar sonidos mentales que nos sugiere la música que acompaña
la sesión como preparación para aprender a bailar y sentir la Chacarera. Luego de la experiencia vivida, en silencio de
incógnitas y reflexiones nos dirigimos al hospedaje a descansar, ya que se
prometía un sábado intenso, con hora de comienzo, sin horario de final.
Sábado 19: la cita
era Simbolar, un pueblo a 13 km de La Banda. Nos recibe Beatriz Chame ¨La
Turca¨ qué tratando de simular su emoción por tener delante suyo un auditorio
de 60 personas por –primera vez en su vida-, comienza hablando con orgullo de
su pueblo, destacando quizás la obra más importante en la historia del lugar,
que es la Planta de Agua, inaugurada en el Primer gobierno de Perón; en un
lugar desértico donde se destaca su tierra liviana, no siendo ésta su única
virtud, que más adelante describiré. Beatriz, mujer delgada, cercana a los 50,
cabello largo y sin sujetar nos lleva a pesar de muchos, a recorrer unas hectáreas entre plantaciones de algodón, alfalfa,
cebolla blanca, y cebolla morada, volviendo al solar para el mediodía, degustar
fideos caseros (hechos a mano y a la vista de todos), en la sobremesa?
CHACARERA… con la participación de artistas y cuerpo de baile de la zona. NOSOTROS? aportamos el baile, la
diversión y la alegría de bailar en patas sobre esa arcilla bendita, a la que
me referí. Llegamos al hotel con el ánimo de descansar; pero esa tierra, esa arcilla
luchaba contra la modernidad, ganando esa noche LA DUCHA. Mates obligados,
antes que los grupos se distribuyeran
los diversos lugares de la ciudad donde haya “Chacarera”. Un grupo
elegimos ir al Carabajalazo previo paso por el patio de la “abuela” Carabajal.
En el barrio Los Lagos no hay descanso para sus lugareños (vecinos del patio de
la abuela) ya que una multitud quiere ver y visitar ese templo, degustar
comidas y comprar recuerdos regionales además de escuchar en un gran escenario
amplio y moderno, al lado del solar, a los diversos grupos musicales que se
presentan para interpretar los sentires del estilo musical imperante. Son las
22, en la puerta del Club Ciclismo Olímpico, se escuchaba la música de los
conjuntos soporte; sacamos las entradas, accedimos al estadio de Básquet del
Club, que estaba en un 70%. Asistimos a las actuaciones de Los Núñez, Dúo
Herederos (Grupo del conurbano muy recomendable) y otros, llegando a la 1hs
para comenzar con la Catarata de Carabajales culminando a las 4.45hs con el
Peteco y sus hijos cerrando una velada de Virtuosismos. En él escenario, como en todos los rincones, con los pasos y baile del endemoniado ritual que convida a
no parar.
Domingo 20: Destino?
Vamos al patio del INDIO FROILAN (25 de Agosto de 1951), lugar icónico para dar lugar a la ceremonia completa. Entre
Parrillas, quinchos, puestos de comidas,
bebidas, y compra de suvenires que ocupan alrededor de dos hectáreas del
predio que en su totalidad debe tener aproximadamente cinco. Siendo esos tres
restantes un patio gigante de pura Chacarera animada desde el escenario por
diversos grupos, además del baile y polvareda que provocan las 4000 personas que se calculan
que hay a las cinco de la tarde, y la constante: 70% descalzos sobre esa
arcilla mágica que nos uniforma a todos en un solo color; sosegados de a ratos con una manguera gigante
que arroja agua sobre la multitud, haciendo del ritual, una experiencia
excitante en su estética, ya que se pasa de la nube de tierra sobre las cabezas, a un incipiente arco iris
provocado por el reflejo del agua a contraluz de los rayos del sol que ya
quiere ocultarse. Y al Indio Froilán, con sus 56 años se lo encuentra en uno de los puestos con sus
manos curtidas y habilidosas entretenidas en el oficio de luthier heredado de su padre, para construir
los mejores bombos del país. En cada pieza artesanal, sus manos socaban la
madera del tronco de árbol (ceibo,
guatambú, o cedrillo), lo ahueca con la inspiración de los duendes y espíritus del monte, tensa los
cueros y tientos, dando vida al leguero. Vuelta a los aposentos mixtos para
recuperar aire y realizar nuestra reunión; la del grupo, la de conocernos e interiorizarnos
sobre el otro, el de al lado, y reflexionar
sobre el día siguiente: visita a un lugar, y vuelta definitiva a nuestras casas.
Lunes 21: Madrugando
para no olvidar de completar nuestros bolsos con lo que trajimos más los
recuerdos a obsequiar. A las 8.30h el micro nos lleva a un pueblo distante 122
km de La Banda llamado Atamisqui (árbol de propiedades curativas para aliviar el
reuma). Nos dirigimos al patio de Don ELPIDIO HERRERA (23/12/1947) Profesor de
Física, músico, compositor, y difusor de la música sachera, que gracias a su espíritu inquieto termino
inventando en el año 1961 un instrumento propio llamado la Sachaguitarra.
Instrumento que se hace sobre un producto regional, el porongo de la calabaza
cortado longitudinalmente al medio, se lo limpia se le coloca una tapa de la
misma forma, se le agrega el diapasón, las cuerdas y se le hace agujeros a la
altura de donde se rasga para frotar con una especie de vara de violín de 10 cm
en forma perpendicular. Se entra a un patio de construcción moderna que alberga
habitaciones para músicos que hacen largas veladas. Además un museo personal de
lo más variados. Quincho cubierto, las mejores empanadas, bebida a punto de
congelación, y Chacarera; a pura Chacarera, descalzos hasta conformar la gran
nube que nos cubre a todos nuevamente, y sin vernos, nos miramos y sentimos a
través del sonido. Don Elpidio como corolario nos regaló unos secretos. Nos
contó que gracias a su invento desde la década del 60 fue traído a Buenos
Aires, lugar que según el – “mata a la música autóctona” por eso volvió y sigue
en Atamisqui, sigue reflexionando –“ hace 50 años que nos quieren anular, pero
la gente sabe, y nos sigue”, - “Nosotros seguimos existiendo en la gente, y gracias
a la gente”, y la confesión más impresionante – Nunca me fui de aquí, vivo
todavía en la casa de mis padres, ustedes ven esa construcción hecha y diseñada
por los Arquitectos que tuvieron un gran problema cuando les dije: “Mi casa la
quiero dentro de lo que ustedes construyan, por eso todavía vivo en la casa de
mis padres y ancestros”, mirando fijo, emocionado y con la voz quebrada nos
despedimos, quedando en el aire la sensación de decir – Vengase con nosotros. A
las 17 subimos al micro para emprender el regreso. Muy poca charla, ruido y
música. Quizás en ese regreso, el silencio dio paso a lo vivido. Veníamos a ver
un patio donde creció una familia de músicos, y nos llevamos el espíritu de
personas, lugares, colores, y sonidos que van desde lo espiritual – cósmico, hasta los zapateos y zarandeos sobre ese
colchón de tierra, para que escuchen
las entidades desconocidas que nutren a estos suelos y su gente. No todo es
Chacarera.
Roberto
Rosso
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